miércoles, 14 de enero de 2015

Esa frase...


He decidido vivir. No quiero decir que antes no lo hiciera, me refiero a hacerlo de mejor manera.

Bien, tras este alarde se esconde una gran voluntad de pasar de las cosas que no merecen el tiempo que se llevan dándole vueltas. 

El tiempo es oro (creo que esto lo dijo Benjamin Franklin), tempus fugit (Virgilio) o lo que es lo mismo “Today I don’t have the pussy for little lanterns” que dice mi musa Ania en estos temas.

Yo siempre he sido relativamente feliz, ahora voy a ser feliz relativizando. Parece fácil pero prueba, prueba…Ocasionalmente, hago balance de mi existencia. Algunas veces coincide con el inicio de año, otras no. Repaso mis relaciones “humanas”.

The winner is … (Hoy le ha tocado a …)

¿En qué punto una relación se rompe por una frase o momento sin que tú seas consciente de ello?

Cuando una frase sin la mayor relevancia, aparentemente, dentro de una conversación da en la diana del tema tabú de la otra persona.

No sé si me explico, algo así como nombrar la soga en casa del ahorcado. Un antes y un después por una frase que borra todas las demás, por buenas que hayan sido. No sabes por dónde viene el cambio de actitud pero lo sientes.

Esto me lleva a pensar que las relaciones que conservo (emocionales, familiares, laborales…) han superado ese momento, esa frase inconveniente que siempre hay en todas las relaciones y que si no se aclara se enquista. Unas veces la pronuncias, otras la escuchas. Si no se supera y no genera esa entrega de nueva oportunidad para que la relación siga… quizá esa relación no merece continuar o, al menos, no más allá de un protocolo cortés.

Como dice Valentí, rodéate de los buenos o la cagarás. En todo caso, para mí, los buenos son los afines. Que no necesariamente iguales, ni mejores, ni peores.





    2 comentarios:

    1. ¡Como siempre cuánta razón tienes...yo también voy a ser feliz relativizando!

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    2. ¡¡Me alegra, Mª jose!! Es difícil darle la importancia justa a las cosas. Es un trabajo diario y si somos conscientes de ello creo que, a la larga, lo vamos a agradecer.

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